Todo se planeó cuidadosamente para que fuera de esta manera desde un comienzo. Sin embargo, no tenía porqué ser de esta manera y otras especies en otros sistemas de realidad lo hacen de una manera muy distinta. Nuestra especie en particular, tomó una decisión colectiva, a un alto nivel del ESPÍRITU, para crear literalmente la sensación del transcurrir del tiempo y así gozar de varias herramientas de aprendizaje. Una de ellas, el karma, o la ley del equilibrio, se basa en el concepto de que si una persona X afecta la vida de una persona Y, de cualquier manera, entonces como efecto de eso debe haber una reciprocidad. Así, Y deberá afectar la vida de X de la misma o similar manera y crear así un equilibrio energético. Ahora, esto lo he simplificado mucho, pues existen muchas excepciones para esta reciprocidad; pero desde la perspectiva de X y de Y, en el plano físico, X tiene que actuar primero y luego Y. Era necesario tener algún marco de referencia para impedir que todo se sucediera al mismo tiempo; de lo contrario, X y Y serían incapaces de resolver cuál es la causa y cuál, el efecto. El marco de referencia elegido fue el de la percepción del tiempo. Para adoptar esta percepción lineal del tiempo, ustedes no tuvieron que crear nada nuevo sino solamente descartarse de su habilidad de experimentar el tiempo simultáneo. La construcción del cerebro, que la especie eligió para el cuerpo del ser humano, mantuvo esta construcción de manera perfecta. Por supuesto, desde una perspectiva más elevada, las acciones de X y de Y ocurren simultáneamente y el intercambio queda sujeto a la coreografía de sus niveles no físicos .
28/2/11
EL TIEMPO
Todo se planeó cuidadosamente para que fuera de esta manera desde un comienzo. Sin embargo, no tenía porqué ser de esta manera y otras especies en otros sistemas de realidad lo hacen de una manera muy distinta. Nuestra especie en particular, tomó una decisión colectiva, a un alto nivel del ESPÍRITU, para crear literalmente la sensación del transcurrir del tiempo y así gozar de varias herramientas de aprendizaje. Una de ellas, el karma, o la ley del equilibrio, se basa en el concepto de que si una persona X afecta la vida de una persona Y, de cualquier manera, entonces como efecto de eso debe haber una reciprocidad. Así, Y deberá afectar la vida de X de la misma o similar manera y crear así un equilibrio energético. Ahora, esto lo he simplificado mucho, pues existen muchas excepciones para esta reciprocidad; pero desde la perspectiva de X y de Y, en el plano físico, X tiene que actuar primero y luego Y. Era necesario tener algún marco de referencia para impedir que todo se sucediera al mismo tiempo; de lo contrario, X y Y serían incapaces de resolver cuál es la causa y cuál, el efecto. El marco de referencia elegido fue el de la percepción del tiempo. Para adoptar esta percepción lineal del tiempo, ustedes no tuvieron que crear nada nuevo sino solamente descartarse de su habilidad de experimentar el tiempo simultáneo. La construcción del cerebro, que la especie eligió para el cuerpo del ser humano, mantuvo esta construcción de manera perfecta. Por supuesto, desde una perspectiva más elevada, las acciones de X y de Y ocurren simultáneamente y el intercambio queda sujeto a la coreografía de sus niveles no físicos .
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