EL CAMINO DEL ILUMINADO
“El que está dotado de perfecta virtud
puede ser comparado con un niño".
Los insectos venenosos no lo pican.
Las bestias feroces no lo atacan.
Los pájaros de rapiña no lo acosan.
Sus huesos son blandos, sus tendones delicados, pero agarra con fuerza.
No se exhibe, por eso resplandece.
No busca la confirmación, por eso se lo distingue.
No compite, por eso nadie en el mundo puede competir con él.
Sólo tiene como meta apaciguar.
Y no intenta imponer su poder sobre otros.
Es como el agua, que beneficia a todas las cosas pero no lucha.
Permanece en sitios que otros desprecian.
El que conoce a otros es sabio.
El que se conoce a sí mismo es iluminado.
El que conquista a otros es fuerte.
El que se conquista a sí mismo es poderoso.
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